Si te resuena esta lista, lee hasta el final, hoy comienza tu transformación.

  • Indecisión
  • Apatía
  • Mal humor
  • Confusión mental

 

Son cuatro características «de los perdidos» y son las que sufrí durante años.

 

La indecisión se cuela en tu vida cuando no tienes un rumbo, tú no lo sabes al principio y hasta puedes llegar a pensar que tu eres una persona indecisa, pero nada más alejado de la realidad.

 

Cuando no tenemos rumbo o propósito, no sabemos, literalmente, a dónde nos dirigimos entonces todo plan puede ser un buen plan o parecernos horrible, la cosa es que no sabemos lo que queremos aun cuando las decisiones que tenemos que tomar son superfluas como elegir un museo para ir el domingo.

 

La apatía se presenta en nuestras vidas al no saber hacia donde nos dirigimos, ya que nada nos llena, nada nos hace vibrar. Este sentimiento, traerá otros como tristeza, desazón, aburrimiento o pereza y cuando no ponemos remedio a la apatía, al final no sabemos que la ha causado o cuál de estas desagradables emociones vino primero.

 

Pero es mejor no perder energia evaluando qué o cómo se han generado, porque la solución es la misma. Hablamos de esto más adelante, así que sigue leyendo.

 

Uyy ¡El mal humor! es tan desagradable para el que lo siente como para los que nos rodean que pueden sufrir las consecuencias del mal humor y es que estar bien es una responsabilidad hacia nosotros y desde ahí, hacia los demás.

 

La característica del mal humor por falta de rumbo en la vida, es que no sabes lo que lo causa. Nada ha sucedido, nada en particular que pudiera desatarlo, sin embargo, estas gruñona o gruñón y pobre del que se cruce con nosotros este día.

 

Y, por último, tenemos la confusión mental, esta sensación de no poder enfocar en nada, no poder pensar con claridad, hay una sensación de hartazgo y de querer irnos muy muy lejos de todo.

 

Esto también genera estrés, porque de alguna manera, tenemos que seguir funcionando y hacemos lo posible sin resultados. Es como si la mente fuera una maraña de cables enredados.

 

¿Qué podemos hacer para combatir estos incómodos estados?

 

Para la indecisión:

 

Decide lo que sea, pero decide. No fomentes el hábito de que alguien o algo decida por ti. Aunque no sepas que elegir o qué camino tomar, escoge uno y mira que pasa en ti.

 

No prestes demasiada atención al resultado, sino a lo que tú sientes al decidir. Esta es una excelente forma de comenzar a vislumbrar lo que quieres, ya que verás el resultado e irás ajustando.

 

Al principio, tal vez tengas que decidir con inseguridad o con miedo, pero no importa. Esta sensación de incomodidad se irá con la práctica.

 

Para la apatía:

 

Quiero compartir contigo lo que me resulta a mí:

 

Hago pequeños gestos que me gustan, por ejemplo el dibujo (y no lo hago bien), pero me encanta. Suelo poner charlas que me interesan y me pongo a dibujar mientras escucho, además es una forma excelente de mantener el foco.

 

Canto (o algo similar jajajaja) pongo mis artistas favoritos y hago playback. Siento una liberación enorme, a veces lloro, a veces río. Para mí es tremendamente sanador. Es la liberación emocional a través del sonido.

 

Observo la naturaleza: miro a los pájaros, a las plantas o a las hormigas, miro a mi gato o a mi perro y me pierdo en esa contemplación.

 

Busca tu pequeño gesto o actividad que te hagan liberar tensión y te conecten contigo misma/o.

Haz lo que sea, pero NO te pierdas en Netflix o en Internet. Esto te saca fuera de ti, lejos del objetivo que estamos buscando que es re-conectar.

 

Para el mal humor:

 

Puedes sonreír forzadamente, pero haz el gesto, el cerebro reconoce la sonrisa y envía un mensaje de bienestar al cuerpo, con lo que generarás las hormonas del bienestar.

 

Puedes hacer ejercicio físico. El cansancio corporal libera a la mente, ayuda a relajarla. Cuando tengas mal humor, te recomiendo una actividad aeróbica en vez de yoga o meditación, ya que cuando hay mal humor, puede haber frustración y rabia. Estas energías son fuertes y generan movimiento, por eso es ideal mover el cuerpo.

 

Cuando sientes mal humor SÍ está permitido el uso de Netflix o Internet para mirar algo que te haga reír. ¡Pero ojo!, no hagas trampas, ha de ser algo que tú sabes de antemano que te hará reír, como tu película de comedia favorita o tu personaje de humor infalible o comediantes que hagan monólogos de risa y que a ti te diviertan.

 

Y, por último, hablamos de la confusión mental:

 

Apunta a mano (ayy es que a mí me encanta la escritura) lo que sientes y descarga, suelta, no te pongas límites ni reglas. Escribe todo lo que te venga.

 

Si no te gusta tanto escribir, puedes hacer un audio y descargar TODO lo que te pase por la cabeza o el corazón. Verás lo liberador que es.

 

Luego, escoge un tema o dos, (como mucho) y escribe o graba, que podrías hacer para abordarlos. Haz una tormenta de ideas, no te cortes, sé creativo y descabellado. Fíjate que puedes implementar en tu vida.

 

Con este ejercicio pueden salir cosas que ni tú sabías que tenías dentro, tanto creencias limitantes y juicios como ideas súper creativas para estar mejor, anhelos ocultos a simple vista y que puedes experimentar.

 

Estos simples ejercicios son muy poderosos para empezar a tirar del hilo, conectarás mucho más contigo misma/o y este autoconocimiento te acercará mucho más a tu esencia.

 

Me gusta crear contenidos cortos, prácticos y de aplicación inmediata, para que te animes a ahondar en ese océano que eres tú y cada uno de nosotros.

 

¡No lo pienses demasiado, no me tienes que creer, solo haz la prueba y si te funciona, estupendo!

 

Como siempre digo, la vida es prueba y error

 

 

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