Respuesta a tu pregunta: ¿Cómo puedo cambiar hábitos que sostuve durante años sin morir en el intento? Y en consecuencia, no sentirme juzgada y culpable?
La pregunta es muy interesante y podríamos hablar mucho sobre el tema.
Para empezar, te dejo enlazado mi video que habla de los micro-hábitos en el que te cuento cómo hacer grandes cambios sin miedo y sin agobiarte.
Y así me centro en la parte que comentas que te sientes juzgada y culpable.
Empecemos por la culpa.
Dale al play o lee abajo la transcripción.
La culpa es una emoción que sentimos cuando las consecuencias de una acción no han sido satisfactoria para otra persona y nos sentimos merecedores de vergüenza, rabia y castigo.
Pero quiero que recuerdes algo: la culpa es una derivación del invento humano de querer distinguir entre “bueno y malo”.
Observa la naturaleza y verás que no existe la culpa.
También si observas otras épocas u otras culturas, verás que lo que para nosotros sería digno de culpa, en esas épocas o culturas, no lo era.
¿Se sentía culpable el verdugo que tenía que sacrificar vidas por un dios Maya? No, se sentía orgulloso de lo que hacía.
Cuando haces algo que te hace sentir culpable, estás teniendo un conflicto entre lo que piensas que deberías hacer y lo que haces.
Cuando en realidad, lo que haces es lo que quieres y lo que deberías, lo que no quieres.
Así que eso que quieres, te está generando una incomodidad o miedo.
Lo importante a tener en cuenta es que ser coherentes con nosotros mismos es uno de los pilares de la felicidad.
Entonces cuando haces algo que te hace sentir culpable, estás siendo coherente contigo, pero juzgas que esto está mal.
En general esta culpa, viene de la falta de merecimiento.
Recuerda que ser coherente contigo mismo, es una de las bases de la felicidad. ¿Acaso no te mereces ser feliz?
Esta es la primera y más importante pregunta que debes hacerte.
Reflexiona sobre lo siguiente:
¿Hace cuánto que te dejas en último lugar?
¿Cuáles son las consecuencias de que te juzguen negativamente? Ve más profundo que simplemente decir: “me siento mal” o “no me gusta que me juzguen negativamente”
Mira lo que te dices a ti misma, la conversación interna que tienes cuando piensas en hacer lo que tú realmente quieres: ese es el miedo de base, esas creencias que te limitan.
Escribe lo que te viene a la cabeza y léelo. ¿Te parece razonable? ¿Acaso no no es exagerado y poco realista? ¿Tal vez un poco catastrófico?
¿Mereces seguir viviendo una vida en donde tú te quedas fuera?
¿De quién viene la culpa, del juicio externo o de tu propio juicio?
La culpa, en general, nos invade por hacer daño a otros ¿Qué daño REAL estás haciendo a otro u otros por priorizarte?
Tómate tu tiempo para reflexionar todo esto y como siempre digo: escríbelo.
De esta manera, profundizarás en el tema y además liberarás tu cabeza y corazón.
Vamos a ver qué más puedes hacer para dedicarte a ti sin culpas
Antes de esto, quiero que tengas en cuenta que la culpa que sientes no dejará que vuelvas a hacer eso que lastimó a otra persona y si lo que haces es algo bueno para ti y lo deseas, tendrás la tendencia a suprimirlo y estarás otra vez frustrada por relegarte.
También quiero que sepas que la culpa va de la mano con la vergüenza.
El diálogo interno de la vergüenza te dice que eres incorrecto, inadecuado, defectuoso, malo, estúpido, etc.
Entonces comencemos a transformar la culpa
Como toda otra emoción, la culpa es transitoria, es energía en movimiento, lo que hace que la culpa se quede en tí son tus pensamientos, tu diálogo interno.
1-Reconoce ese diálogo interno. Es lo que hace que la culpa y la vergüenza se queden contigo durante mucho tiempo, incluso años.
2-Comprende quien eras cuando hiciste eso que te hizo sentir culpa y vergüenza. Que sucedía en tu contexto, en tu vida en ese momento. ¿Eras el mismo o la misma que ahora?
3-Puedes contactar con estas personas y decirles que sientes haber herido sus sentimientos. Si no estás preparado o no puedes contactar, escribe una carta y la quemas.
El fuego es el gran transmutador.
4-Ahora tienes que controlar tus pensamientos para no volver a ese momento de culpa. Esto va a suceder, es normal, pero no te permitas hundirte en estos pensamientos.
Cambia el foco a una cosa más productiva o positiva.
5- Date cuenta de que si alguien te quiere hacer sentir culpable es porque algo no va bien para ellos, pero no quiere decir que tu hayas hecho algo malo.
6- Recuerda que la culpa solo funciona si tú lo permites, es decir que si alguien te echa la culpa, tu eliges recibirla.
7-Haz la distinción: si te has equivocado, pide disculpas. Si no, no.
8-Para poder hacer lo que tu deseas, habla con quien tengas que hablar para explicar lo que necesitas. Comunícalo con amor y firmeza.
9-Ten en cuenta que si practicas los micro hábitos, el impacto del cambio en tu rutina será mucho menor para ti y tu familia.
10- Siéntete orgulloso de tus logros y no culpable. Si trabajas para conseguir algo, así como si te viene dado sin esfuerzo, celebra. Te lo mereces. No dejes que nadie te quite la satisfacción.
Recuerda que tu felicidad no puede hacer daño a nadie como tampoco agravar el malestar de nadie. Si tú estás bien, tu mundo y las personas que están en él mejorarán.
Tu felicidad no niega el malestar de nadie, puedes ser feliz y compasivo a la vez.
Cierro con esta pregunta:
¿Prefieres estar rodeado de infelices o de gente feliz y plena?
Estoy segura de que quieres rodearte de gente feliz y plena, entonces ¿No es hora de que tomes responsabilidad de tu felicidad sin culpa por ti y por los que te rodean?
Déjame un comentario que me encantará leerlo.
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