Las relaciones son lo más importante que tenemos, nos dan alegría, vida, aprendizaje, salud y también algún quebradero de cabeza, pero ¿Qué es la vida sin relaciones?
Transcripción:
La culpa, es mía.
Que frase fuerte ¿no te parece? Es MÍA.
Esto es lo que te repites una y otra vez cuando algo sale mal.
¿Tal vez, culpas a otro, a una situación? Entonces es SUYA.
Esto afecta terriblemente a tus relaciones, si te culpas, te sientes pequeña/o y sin poder, te victimizas y alguien te tiene que “absolver” y por eso pides las dis-culpas.
Si culpas a otro, estás siendo injusta/o y estás robando el poder a la otra persona. Desde tu pedestal de verdugo, estás deteriorando tu relación.
¿Quieres encajar todas estas piezas? Te lo cuento todo a continuación.
¿Acaso sabías lo que iba a pasar cuando tomaste la decisión? ¿No crees que tienes que ser más comprensiva/o contigo?
No, no fue un error, fue lo que pensaste que era mejor en ese momento y ahora lo juzgas sobre el resultado que has obtenido.
¿Acaso sabes cuándo se originó el problema que ahora ves? ¿Piensas que has sido tú? ¿De verdad te crees tan importante?
Pues te tengo noticias, lo que tu ves como causa y efecto es solo producto de tu percepción, según en donde pones el foco.
Es como el experimento de la doble rendija, cuando el foco se pone en la partícula, esta se comporta como tal, pero cuando nadie la mira, es una onda.
El observador es el que hace que esa partícula «sea» una partícula.
Lo mismo pasa con tu enfoque, tu pones el foco en un resultado concreto, pero esto se empezó a gestar, tal vez, hace años y con más personas involucradas, sin lugar a dudas.
Realmente no lo sabes, con lo que no puedes culpar ni responsabilizar a nadie.
Lo que tienes que hacer es buscar soluciones y listo.
Siente el peso y de culpa se libera con esto. ¿No te parece?
Imagina, proyecta tu vida con esta nueva lente. Las cosas van pasando, tu vas resolviendo y vas tomando decisiones y así sucesivamente.
No hay malo, no hay bueno. Todo esto depende de cómo y cuándo lo mires y materialices esa partícula.
Y te lo puedo demostrar:
¿Acaso no ha habido situaciones que haz juzgado negativamente y con el paso del tiempo, han sido «las correctas?
Empieza a percibir conscientemente con esta nueva mirada. La vida se vuelve más maravillosa y mágica.
Sobre todo, se vuelve liviana.
Hay más disfrute, y de eso se trata, de pasarla bien mientras estemos aquí.
Estas preguntas te pueden ayudar:
¿Podrías haber adivinado las consecuencias?
¿Son éstas las consecuencias finales o pueden cambiar con el tiempo?
Si tomas decisiones, esto te va a pasar, pero tomar decisiones es estar viva/o y a cargo de tus propias creaciones, así que, sé más amable contigo o con quien la haya tomado.
Si algo se ha salido de control, ¡agradece! Pues se está recolocando y era necesario.
Tal vez estabas sosteniendo lo insostenible.
Te dejo aquí debajo, dos ejercicios para que diseñes tu vida ideal o para que comiences a cambiar tu realidad a través de los pensamientos.
¡A crear!
