Quiero traer este tema porque cuando hay dependencia emocional hay sufrimiento.
No solamente para la persona de quién dependemos, puesto que las dos partes sufren.
Estas relaciones, lejos de ser sanas, son un verdadero lastre.
Mi idea es guiarte con las características que voy a ir mencionando y que puedas distinguir si tú estás en una relación de dependencia emocional y que puedas cambiarlo.
Transcripción
Ya sea que eres el dependiente emocional o alguien depende de ti, quiero dejarte ideas para que puedas transformarlo y tengas relaciones sanas y libres.
Para mí la relación sana es la que se elige cada día, no nos pueden unir ni contratos ni miedos u obligaciones.
Yo creo que a las personas nos tiene que unir el amor y la libertad. Entonces, elegir esa relación cada día es lo que hace que sea una relación sana.
La dependencia emocional no tiene porqué ser exclusivamente entre los miembros de una pareja. Puede darse en la relación entre padres e hijos e incluso hacer proyecciones con personas del trabajo.
Dónde hay una relación puede haber dependencia.
Las características son:
- Te dejas en último lugar.
Para tomar decisiones o hacer cualquier tipo de planificación, tú eres el último elemento que tomas en cuenta.
- No tomas decisiones sin preguntar a esa persona de quien dependes y cambias de opinión si no coincide con lo que habías pensado.
No tomas decisiones individualmente, sin cotejar con la otra persona si lo estás haciendo bien, con la intención de que te valide.
- Acomodas tus actividades y tu tiempo 100% al otro.
Esto es, que todas las actividades de tu día giran en torno a la agenda de la otra persona.
- Ahogas de amor.
Esto es estar constantemente haciendo demostraciones de cariño, de admiración o de respeto.
Como te comenté antes, la dependencia emocional puede darse en cualquier relación.
- Estás todo el rato encima de esa persona.
Estás atento a ver qué dice, cómo actúa, que piensa, qué decisiones toma, etc.
- Te enfadas o te decepciones si el otro no responde como tú esperas o “debería”.
De acuerdo a nuestra emocionalidad, estamos haciendo una serie de esfuerzos, sacrificios o demostraciones de amor que deberían ser reconocidos.
Hay una decepción de parte del dependiente emocional porque las expectativas no se cumplen
- Controlas al otro.
Ya sea desde el amor desde el cariño o desde la curiosidad, pero hay un control hacia la otra persona.
Este control a veces es totalmente explícito y a veces es implícito y se disfraza de curiosidad o de interés. Por ejemplo, puede ser preguntar qué hará esta tarde o el fin de semana, etc.
- Haces lo que el otro quiere, aunque no sea lo que tú quieres.
Sin que sea necesariamente lo que tú harías lo que tienes ganas de hacer.
La otra persona ni te obliga ni te coarta hacer determinadas actividades, que puede ser algo tan simple como un paseo por el parque, pero tú te obligas a hacer todo lo que esa persona pretende de ti o lo que tú piensas que pretende de ti.
- Sientes que necesitas al otro para que tu vida tenga significado.
La sensación de que, sin esa persona, se derrumbaría todo tu mundo emocional e incluso, tu mundo externo.
Si estás en un rol de dependiente emocional seguramente que esta información te ha resonado o te has reconocido en las características que he citado.
No pasa nada todos podemos caer en eso. Yo misma he creado este contenido porque he sido dependiente emocional.
Cuando me di cuenta, no solamente me sentí mal por haber entregado mi poder, sino que me sentí mal por la otra persona, que también sufre.
Porque al final, esta relación, lejos de ser una relación sana, alegre y liviana, es una relación que pesa y una relación que cuesta.
¿Qué podemos hacer para empezar a salir de esta actitud de dependencia emocional?
- Tú ocupas un espacio físico en el mundo.
Una de las cosas que a mí me parecen clave, es que tomes conciencia de que ocupas un lugar en el espacio.
Esto tal vez te parezca raro, pero tomar conciencia que uno ocupa un espacio, es muy importante.
No sé si alguna vez te ha pasado de estar en un grupo, y que cuando tú dices algo o te expresas, alguna persona del grupo dice que ni siquiera te había visto.
Y no me refiero a grupos grandes, tal vez 7 o 10 personas.
El dependiente emocional tiene una capacidad de invisibilizarse. Realmente sucede que las demás personas no lo perciben físicamente.
Como te decía antes, hablo por experiencia propia, con lo cual me parece muy importante que tomes conciencia de que tú tienes un volumen en el espacio.
Y además lo que tú sientes, piensas y dices tiene un impacto fuera de ti. Quieras o no estás influyendo en el entorno.
Tienes que tomar conciencia y la responsabilidad de que no puedes pasar de puntitas por la vida.
- Lo que tú piensas importa.
De hecho, es un gran regalo que puedes dar al mundo que te rodea, decir lo que piensas y lo que sientes.
Un dependiente emocional se deja llevar y esto, también es muy cómodo, puesto que no asume riesgos, ya que lo deja en manos de otra la persona para que decida o hable por él o resuelva en su lugar.
Tomar la responsabilidad de la propia vida incluye decir lo que sientes, piensas y tomar tus decisiones.
Por qué es necesario y porque cada uno de nosotros cumplimos un rol.
Y la gente que te quiere lo va a agradecer.
Es injusto para la otra persona, que tenga que resolverlo todo o tomar la iniciativa de todo lo que suceda en esa relación.
Es ahí cuando ese lastre que te comentaba antes, comienza a pesar.
- Sacúdete el miedo a hacer las cosas mal, eso no existe.
Borra el miedo a lo que los demás pensarán de ti, o el pensamiento de que tú no tienes nada que aportar.
O ese pensamiento de que tú no hablas porque no te escuchan.
¡Esto es práctica! Has estado invisible durante mucho tiempo. Es normal que la primera vez que des tu opinión se queden mirándote raro.
Es normal y además, es muy buena señal, porque quiere decir que estás empezando a existir de nuevo.
Nadie es capaz de tomar siempre las decisiones correctas y de no equivocarse. O de emitir pensamientos o sentimientos que sean siempre bien recibidos.
Todos cometemos errores (aunque para mí los errores no existen) pero para simplificar, no tiene porqué nuestro exterior, estar de acuerdo con lo que pensamos o sentimos.
Muchas personas que son dependientes emocionales, me han planteado «para qué decir mis sentimientos si a mí, nadie me escucha, me comprende o me llena esa necesidad».
Mi respuesta es: «bienvenido a la vida».
Luego está el aprendizaje de perseguir lo que uno necesita. Lo vuelvo a decir: es práctica.
Es cuestión de exponerte y, ten en cuenta, que lo estás haciendo con la gente que te quiere y a quien tú quieres, o con relaciones muy importantes para ti.
El que es dependiente emocional piensa que lo que él dice o las decisiones que toma, no son válidas.
Y esto ¡quiero que te lo saques de la cabeza! Lo que tú dices y lo que tú piensas es 100% válido.
- Haz lo que a ti te guste hacer.
Tal vez tengas algún taller pendiente: de canto, de pintura, de manualidades, de arteterapia. Lo que sea. Hazlo.
Sobre todo y, que me parece muy importante, mueve el cuerpo. Y no te digo que salgas a correr maratones, no.
Pero seguramente ya sabes que mover el cuerpo, genera las hormonas de la felicidad.
Aumenta el estado vibracional, intenta reírte ponte tus comedias favoritas o sal con tus amigas a reír a carcajadas.
Esto te va a hacer sentir mucho mejor, en conjunto con todo lo que vengo hablando.
Si luego de leer esto, has pensado en otra persona, porque no eres tú el dependiente emocional, sino que, alguien depende de ti, lo que puedes hacer para empezar a ayudar a esa persona que, seguramente quieres un montón, es pedir que tome pequeñas decisiones, pedirle su opinión, darle su espacio, su tiempo, preguntar qué es lo que le gusta, qué proyectos tiene.
Es decir que puedes aplicar todo lo que venimos hablando con esa persona.
No hace falta que le digas «eres dependiente emocional y tienes que hacer esto», no.
Se trata de animar a la otra persona para que tome sus decisiones, que tenga sus propios proyectos y qué de sus opiniones. Es un fantástico empujón para que pueda empezar a valorarse y a reclamar su espacio.
Y por último, para terminar esta lista de ideas para salir de la dependencia emocional y amarte más, quiero que sepas que el mayor acto de amor que puedes hacer por alguien es tener una vida propia.
Tomando tus decisiones, tu responsabilidad y exponiendo tus sentimientos, pensamientos y opiniones.
Ten tu proyecto de vida.
Espero que te haya servido, que lo pongas en práctica y que me cuentes que te ha parecido.
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