Tal vez hayas escuchado la frase “no te creas tus pensamientos”.
Me encanta esta frase y me gustaría profundizar en ella porque me lleva a lo que quiero compartir contigo hoy.
¡Critica! Y cuanto más mejor.
¿Sugerente verdad?
Con esta propuesta quiero que mejores tu capacidad de discernir que muchas veces está nublada por un montón de informaciones externas, por creencias y por una serie de factores que, lejos de clarificar nuestra mente, nublan el poder de discernimiento
¿Qué interesante verdad? ¡Vamos allá!
Transcripción
La invitación es que pongas en duda todo lo que tú creas.
Y que también pongas en duda todo lo que venga del exterior.
¿Te parece revolucionario?
Esta práctica me parece muy importante a la hora de sincronizarte con tu propósito, con esa brújula interior, ya que cómo te decía antes, muchas veces estamos nublados por todo el ruido externo, pero también interno que tenemos en la cabeza y grabado nuestras células.
Tendemos a pensar que la información se aloja en la cabeza, pero la realidad es que está en las propias células, en su ADN hay una información que viene de nuestro clan familiar e incluso de vidas pasadas para quién crea en esto (yo sí creo).
También se graba la información que viene del exterior, no solamente lo que podamos leer o escuchar, si no también, una información que forma parte del inconsciente colectivo.
Como te decía, tenemos grabado en las células el inconsciente colectivo, el inconsciente familiar y también el inconsciente del sitio en donde estamos viviendo, como es mi caso, que no es el mismo que dónde me crié.
Estas distintas informaciones son varias capas que se van entrelazando y que nos afectan a la hora de tomar decisiones, discernir, a la hora de formar creencias y adoptar valores.
Quiero que pongas todo eso en tela de juicio y te voy a explicar cómo.
Algo que me encanta hacer y que utilizo en mi programa, es utilizar todo lo que llamamos negativo para poder alquimizar lo y sacar lo positivo.
Entonces cuando te digo que tenemos que poner todo en tela de juicio incluso los valores y las creencias, me parece un concepto interesante porque, si bien nos han traído hasta donde estamos hoy, si haces un análisis de tu vida ahora:
¿Estás dónde quieres estar?
Si la respuesta es positiva, déjame felicitarte y también decirte que siempre se puede mejorar y que podrías llegar a estar estancado en la famosa zona de confort.
Pero en general sé que la respuesta es negativa.
Déjame decirte que todas esas creencias y esos valores, el inconsciente colectivo y familiar te han traído hasta aquí, que no está nada mal.
El cerebro esto lo sabe muy bien y si él pudiera hablarte te diría ¿Para qué quieres cambiar?
Si tú estás aquí es que tu clan familiar ha sido un éxito, independientemente de lo que hayas o hayan vivido.
Desde luego tú y yo hemos hecho algo bien para estar aquí hoy, compartiendo este espacio.
En mi caso particular llegué hasta aquí por inconformismo, por no tener la vida que quería y de hecho, todavía la estoy creando. La fabrico cada día haciendo pequeñas acciones que me acercan a donde quiero estar.
Una vida con mucha más independencia y libertad dentro de lo que para mí, son estos conceptos. Ya que no todos le damos el mismo significado.
Entonces para ordenarnos:
La información puede venir desde afuera o desde adentro.
Entonces, si estás suscrito a un canal de noticias, lees los periódicos o ves el telediario, lo que yo te aconsejo es que varíes la fuente.
Ya que hay una tendencia muy clara en los medios de información para mostrarte siempre lo mismo, con respecto a lo que tú muestres interés.
Esto pasa sobre todo con las notificaciones del teléfono, ya lo habrás notado.
Es decir que siempre te van a encajonar aún más de lo que tú ya lo haces de manera natural, en lo que das por válido o lo que te interesa.
Te van mostrando tanto de lo mismo que te quitan la posibilidad de discernir entre diferentes variables.
Esto pasa también en otros ámbitos: recuerdo cuando salieron unos zapatos de suela muy gorda que parecían ortopédicos y que me parecían muy feos. Pero después de tanta cantidad de veces que los vi puestos me empezaron a resultar un poco más simpáticos, incluso consideré comprarme un par (pero no lo hice).
Esto muestra claramente cómo algo que, en principio no nos gustaba o no estamos del todo de acuerdo, lo empezamos a creer al seguir viéndolo por todos lados.
¿Lo ves?
El discernimiento, como cualquier otra capacidad, actitud o atributo, se tiene que ir utilizando para que pueda desarrollarse, como si fuera un músculo.
Si estamos todo el tiempo poniendo el foco en lo mismo sin variar lo que consumimos, no vamos a tener nada que discernir.
Entonces aquí la propuesta es que varíes las fuentes de información o las personas con quiénes hablas habitualmente, con la intención puesta en poder ver otros puntos de vista.
Esto no significa que seas infiel a ti mismo, ni vas a perder tu identidad. Esto simplemente significa que vas a poder ver esos otros puntos de vista y discernir.
Lo interesante es que si bien puedes no estar de acuerdo, encontrarás puntos de unión y, en el peor de los casos, enriquecerás aún más el tuyo.
Y esto lo puedes extrapolar a todos los ámbitos de tu vida, relaciones trabajo, etc. Y es importante hacerlo siempre, para mantener esa plasticidad, poder discernir y enriquecerte.
Yo creo que este es el verdadero crecimiento personal, que en mi opinión, es crecimiento espiritual.
Vamos ahora a la otra fuente de información, que es un poco más escurridiza y menos obvia: las creencias y los valores.
En algún artículo ya he mencionado la importancia de ponerlos en tela de juicio.
Ahora se habla mucho del concepto de resonar.
Cuando resonamos con algo, que está muy bien, quiere decir que estamos aceptando algo cómo cierto y ni siquiera lo hemos valorado.
Entonces, si resonamos con algo que está fuera de nosotros, es porque algo qué es similar está dentro.
Cuando hay conceptos o ideas con los que resonamos sin lugar a duda, es ahí cuando hay que poner el freno.
Aquí es cuando te toca reflexionar el hecho de que estás aceptando algo sin siquiera pensarlo. Esta es la oportunidad que tienes para empezar a discernir si aquello con lo que has resonado, ha estado en tu vida en otros momentos.
Y si es así ¿A dónde te ha llevado? Tal vez, hasta dónde estás ahora y eso está muy bien, pero, ¿Vale la pena seguir pensando/sintiendo de esa manera?
Yo tenía una creencia que me llevó hasta un punto y luego empezó a limitarme.
La creencia de que, cuando entraba en un nuevo grupo de personas, ya sea otra familia o un grupo de trabajo, tenía que entrar con la «cabeza gacha».
En plan observador: sin decir demasiado, sin mostrar mis opiniones, y analizando cómo podía encajar yo en ese grupo.
Y una vez que estaba integrada, poco a poco empezaba a expresar mis opiniones u objeciones de lo que no iba conmigo del todo.
Esta creencia de entrar en un grupo escondida o camuflada, a mí me ayudó a adaptarme a cualquier medio en el que quisiera o tuviera que entrar. Pudieran ser grupos de trabajo, familias, o nuevos amigos.
Me llevó a tener una capacidad de adaptación muy grande, pero claro, si yo dejo que esto se agudice y que no pueda hacer yo misma en ese grupo, a la larga la voy a pasar mal y también es injusto para el grupo en el cual estoy.
Entonces, una vez que descubrí que esta creencia de «tener un perfil bajo para entrar a un nuevo grupo social» era constructiva y positiva para mí, también observé que lo era hasta un punto.
Ahora que está descubierta y yo me observo en ella, puedo decidir conscientemente cómo entrar en un nuevo grupo social.
Y también he dejado de juzgar a las personas que entraban a un grupo de una manera diferente a la mía.
Este es un ejemplo para que puedas ver cómo, luego de descubrir y observar una creencia, puedes elegir activarla o desactivarla para tu mayor bien.
Recuerda que una decisión no está tomada hasta que no has actuado.
Por lo tanto, si tú decides cambiar conscientemente una creencia, hasta que no hagas la acción no va a significar nada, ni habrá cambios.
Recuerda que si no creas la experiencia nada cambia.
En resumen
-La propuesta nº1
Ten en cuenta que todo aquello que tú ni siquiera te planteas, es importante que empieces a examinarlo. Ya que podrías estar observando una creencia o un valor que, si bien te han traído hasta dónde estás ahora, podría necesitar una actualización, un cambio, o el desarrollo de tu capacidad de encenderlo y apagarlo, según te venga mejor.
Haz que las creencias y los valores estén a tu servicio.
¿Que cambio de paradigma verdad?
A mí me encanta cambiar mis propios paradigmas ya que es lo que realmente me acerca a la vida que quiero. A ser más plena, más completa y más feliz.
Y por eso, disfruto acompañando a las personas como tú, a que encuentren su propósito con estos cambios tan profundos.
-Y la propuesta nº2
Es que cuando te informes o consumas cualquier tipo de información varíes los medios.
No te centres exclusivamente en la idea que ya tienes ¡Pues ya la tienes!
Y si lo vas a hacer, se consciente que estás reforzándola.
Esto es auto-observarte que, es lo mismo, que ser consciente de ti mismo y de tus procesos.
También puedes tener conversaciones diferentes con personas diferentes.
Recuerda que es una manera de enriquecerte y que lo que realmente nos mantiene en el mismo sitio, es enfocar en las mismas cosas.
Espero que te haya servido y que me cuentes qué tal 🙂
¡Hasta la próxima semana!
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