La otra vez hablaba con una amiga y me preguntó: Gabi ¿Para que quiero empoderarme?

 

Todo el mundo está hablando de esto, del autoliderazgo, del poder personal…

 

¿Y al final qué?

 

Me encantó esta pregunta, es retadora y por eso he decidido hacer este artículo. Creo que a muchas personas les pasa que escuchan sobre empoderamiento, pero al final no saben muy bien cómo se traslada a la vida cotidiana.

 

Si te interesa quédate y lo vemos junta/os.

Transcripción:

 

Hablo desde mi experiencia personal, por supuesto, creo que sería imposible que pueda comunicar algo que no haya vivido yo misma y también desde el conocimiento.

 

Empoderamiento es esa sensación de seguridad cuando vas en busca de algo y tienes la claridad de saber lo que quieres.

 

Vamos a hablar de esa claridad un poquito más adelante.

 

Empoderamiento es decir que sí cuando quieres decir sí y sientes que sí y decir no cuando realmente no quieres ir por ahí.

 

Y esa es una de las ventajas que tiene estar empoderado. Desde la firmeza y el amor, te posicionas.

 

No tiene nada que ver con hablar mal o reñir a la gente. A veces relacionamos el empoderamiento con el poder y el poder con la fuerza.

 

El empoderamiento viene de la firmeza que te da tu amor propio y el amor a los demás, más el autoconocimiento. Es como una especie de efecto secundario.

 

Esto provoca que tengas tu vida en tus manos, que tengas la capacidad de decidir y de tomar decisiones sobre tu propia vida que no tiene ninguna otra persona.

 

Al contrario de lo que muchas veces pensamos: no puedo hacer tal cosa si tal persona no me apoya, o no está de acuerdo o directamente me lo prohíbe.

 

Cuando nos empoderamos desde ese amor propio y esa firmeza todas las decisiones están en nuestras manos.

 

Esto no quiere decir que todo en tu vida va a ir perfectamente, te vas a equivocar de todas formas, vas a sufrir ocasionalmente y vas a pensar que cometes errores.

 

(Aunque para mí el error no existe).

 

Sí bien todo esto va a seguir pasando, lo que habrá cambiado es tu percepción, porque al final lo que estás viviendo es una consecuencia de lo que tú has creado.

 

Entonces te empiezas a dar cuenta que cuando tienes poder, empiezas a crear realmente tu vida y vas a empezar a impactar en tu realidad.

 

Y de esta manera es como sales del modo víctima, que hace que te sientas totalmente desvalorizada/o y desempoderada/o.

 

Es lo que provoca que estés totalmente paralizada/o rezando y pidiendo para que algo externo a ti te saque de dónde estás ahora.

 

Pero no te preocupes, el rol de víctima es justamente eso, un rol del que se puede salir.

 

Fíjate qué interesante es el proceso: al auto conocerte y desarrollar tu amor propio, vas a tener mucha más firmeza y claridad.

 

Desarrollar estos atributos son los que te darán el poder que piensas que no tienes, para tomar las decisiones sobre tu vida y hacer los cambios que hagan falta.

 

Escuché una frase maravillosa que realmente me cautivó de un profesor americano, creador del concepto del viaje del héroe, su nombre es Joseph Campbel* y dice: «sigue tu dicha».

 

Es una frase enormemente poderosa, a mí modo de verlo, porque es la esencia de una persona que tiene su poder personal desarrollado.

 

«Sigue tu dicha» ¿Qué te sugiere la frase?

 

A mí me sugiere el poder personal, la elección y las decisiones de aquello que nos hace felices.

 

Aquí tendríamos que ponernos a evaluar qué es la felicidad para mí y qué es la felicidad para ti.

 

Para mí la felicidad tiene una serie de atributos que, lejos de ser la euforia que nos da una buena noticia, que nos genera un impacto emocional que se va disolviendo en unos pocos minutos, para mí la felicidad es una alegría mantenida en el tiempo, es tomar mis propias decisiones, es acercarme a los objetivos que yo quiero.

 

Así que, cuando yo digo felicidad tú entiendes tu propio concepto ¿Verdad?

 

Sigue tu dicha, para mí, es como un mantra del alma que te acerca cada día a ese concepto de felicidad.

 

Para seguir tu dicha está claro que tienes que autoconocerte, desarrollar tu amor propio y como consecuencia, te empoderarás.

 

¿Cuántas veces o durante cuántos años has estado haciendo algo que te hace infeliz y no haces ningún cambio por todo el esfuerzo energía y tiempo que has invertido?

 

Pero eso es una tontería, no tiene ningún sentido.

 

Perseguir tu dicha se trata de hacer esos cambios no importa lo que hayamos invertido en el pasado.

 

Y el empoderamiento cumple un papel importantísimo, que ya sabemos que viene del desarrollo de otros atributos que mencioné antes ¿Verdad?

 

Entonces ¿Para qué empoderarte? para tomar tus propias decisiones que te permitan llegar a ese sitio de dicha.

 

¿Y cómo me empodero?

 

Para mí lo primero es aclarar lo que quieres.

 

Cosa que a veces se hace bastante complicada. Tengo la sensación que es más fácil saber lo que no quieres qué es definir lo que sí quieres.

 

Y para eso tienes un ejercicio aquí abajo para que puedas definir y diseñar, a través de una serie de preguntas guiadas, tu vida ideal.

 

Aclarar lo que deseas te servirá de brújula para acercarte a ello.

 

Lo que nos lleva al segundo punto que es la toma de decisiones.

 

Tomar decisiones empodera. Es ese efecto secundario que te comentaba antes.

 

Cuando tomas una decisión y ves la consecuencia en la realidad, es cuando realmente te das cuenta que tienes el poder de impactar en tu entorno.

 

Todos traemos este poder al nacer y vamos a morir con él, pero no lo usamos porque pensamos que no lo tenemos.

 

Es ese el motivo por el cual caemos en ese rol de víctima, en el que esperas que alguien o algo te saque de tu situación.

 

En este rol nos quedamos en el mundo del deseo o el de la esperanza, pero si no haces nada es probable que nada cambie y si cambia tal vez,no sea lo que tú quieras, entonces estarás como una hoja a merced del viento.

 

Esta claridad de la que te estoy hablando, viene totalmente ligada con el autoconocimiento.

 

Saber lo que quiero, saber qué rasgos de la personalidad son los que más me identifican, llevar un diario de emociones y pensamientos, todo esto es autoconocimiento.

 

Mi herramienta favorita es la auto-observación, que a estas alturas ya practico 24/7, y es en lo que se basa mi programa, entre otras cosas.

 

Mi propuesta justamente, es observar los pensamientos y las emociones (entre otras cosas) y sacar un mensaje de ellos, porque cuando una emoción o un pensamiento se vuelven repetitivos es que nos están dando un mensaje muy importante de nuestro propio ser.

 

A menudo este mensaje pasa desapercibido ya que estamos poniendo el foco a esa primera capa de la realidad.

 

De esto se trata el autoconocimiento: todo lo que puedas observar de ti mismo/a, sin juicio, vale oro.

 

Y esta auto-observación es la base del cambio.

 

No puedes cambiar nada que no sepas que está ahí, y para eso tienes que observarte.

 

Entonces recuerda, tienes que:

 

  • Tener claridad en lo que quieres.
  • Tomar decisiones.
  • Y conocerte a ti mismo.

 

Estas son las tres claves que te van a ayudar a empoderarte. En realidad, a tomar conciencia de ese poder que nunca dejaste de tener.

 

Solo que a veces en determinadas circunstancias de la vida, elegimos no tomar esa responsabilidad, porque ya sabes que un gran poder conlleva una gran responsabilidad ¿Verdad?

 

Pero si nuestra vida no está en nuestras manos, es responsabilidad de otro, si tú no tomas decisiones, alguien las está tomando por ti. No tomar una decisión es una decisión tomada.

 

Si es tu caso, ¿A dónde te está llevando esto? ¿Adónde te llevó esto a lo largo de los años? ¿Estás donde quieres estar?

 

Está reflexión es para que empieces a tomar conciencia de lo importante que es empoderarte.

 

Y la invitación es que primero aclares lo que sí quieres, para lo cual te puede ayudar el ejercicio que está aquí debajo.

 

Una vez que tengas la punta del ovillo, lo que vas a hacer es empezar a tomar las decisiones que te acerquen hasta allí.

 

Recuerda siempre que tomar decisiones es empoderarte. Tomar decisiones te va mostrar que ese poder siempre estuvo ahí.

 

No te preocupes, no tienes que tirar toda tu vida por la borda y empezar de cero, sino que tienes que ir tomando decisiones muy pequeñas, que te vayan acercando a ese sitio de felicidad.

 

Puedes revisar algún patrón de decisiones que ya no te sirva, como por ejemplo, decir siempre que sí a los planes de domingo con tus amigos aunque no tengas interés o ganas.

 

Decir que no es un cambio pequeño pero significativo para ti. No tengas miedo porque las personas que te quieran, seguirán queriéndote.

 

Y además, cuando te empoderas, cuando sabes lo que quieres y cuando tienes esa firmeza que está respaldada por tu amor propio y a los demás, las personas se benefician de tu ejemplo.

 

Serás inspiración.

 

Por último, recuerda tener compasión contigo mismo/a aunque no todo salga a la primera como tú quieras.

 

Cuando pienses que te has equivocado, pon el foco en lo que has aprendido.

 

Lo importante no es evitar los errores, la clave es no repetirlos.

 

Extrae el mensaje y asegúrate de que no vuelva a pasar, pero no desde el castigo sino desde la curiosidad y la experimentación.

 

Recuerda que te mereces toda la felicidad que puedas conseguir, no solo por ti misma/o, sino por todo el mundo.

 

¿No crees que este mundo necesita personas más felices?

 

Te mando un abrazo y me despido hasta el próximo artículo.

 

*Fe de erratas en el vídeo digo que es un antropólogo.

 

 

 

 

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