¿Te quedas esperando que algo cambie fuera para ponerte en marcha? ¿Postergas tus objetivos según los factores externos? Si la respuesta es «si», necesitas leer esto.

En primer lugar, me gustaría empezar diciéndote que tus anhelos son válidos. Todos. No hay anhelos más importantes que otros, si lo deseas, es válido querer conseguirlo.

 

Y es que es muy común que nos desvaloricemos cuando queremos algo, no nos han enseñado a comprender que todo lo que deseamos está bien, no tenemos que sentir culpa, ni minimizar o peor aún, desechar un anhelo.

 

Quiero compartir esta frase que escuché en una entrevista a Will Smith :

 

Nadie quiere morir, pero todos quieren ir al cielo

 

Me pareció tan profunda y verdadera, en ella podemos encontrar un mensaje claro: si queremos algo (el cielo) tenemos que pasar por un proceso de transformación (muerte). Esta frase, sin duda, encierra muchas enseñanzas.

 

En primer lugar, lo que ya he mencionado, no hay unos anhelos mejores que otros, todos te conducen «al cielo» y en segundo, una toma de acción por nuestra parte.

 

Hago hincapié en la toma de acción, porque conozco mucha gente que se sienta a esperar que algo cambie para ponerse en marcha, otras, solo se quedan en la imaginación y el pedido al universo para que se cumpla ese deseo. Todo esto sin acciones claras y planificadas, no servirá de nada.

 

1-LA TOMA DE ACCIÓN

 

Quiero destacar este aspecto otra vez, la acción, como primera clave. Hemos de saber qué es lo que queremos y definirlo bien, una vez hecho esto, podemos planificar aquí y ahora, los pasos que podemos ir dando en esa dirección.

 

Apunta esos pasos, es importante apuntarlo ya que este gesto, es el primer paso para no quedarnos en el mundo de las ideas. Te doy un consejo: apúntalo en un papel, escríbelo tú mismo, nada de ordenador o móvil ya que cuando apuntamos a mano, el cerebro registra lo que apuntamos de una manera diferente y él mismo se pone en marcha para conseguir eso.

 

Los pasos han de ser sencillos y alcanzables y no pueden depender que factores externos.

 

No vale decir: «cuando haya pasado el verano, me pongo» o «cuando mis hijos sean más grandes» o «ya lo haré cuando tenga más tiempo», no olvides que somos maestros del autoengaño.

 

Si nos quedamos a esperar que algo cambie para que sea más favorable, es muy probable que no arranquemos nunca.

 

2-FECHAS LÍMITE Y SEGUIMIENTO

 

La segunda clave es ponerte fechas y hacer un seguimiento de los pasos que te has ido marcando.

 

Sin fechas realistas, corres el riesgo de procrastinar demasiado y caer el el error de «esperar a» para ponerte en marcha.

 

Desmenuza tus pasos, es necesario para que queden muy simplificados y fáciles de conseguir de forma semanal. No te recomiendo objetivos mensuales, corres el mismo riesgo: dejarlo para más adelante, o para cuando estés más tranquila, etc.

 

Fíjate un día a la semana para evaluar tus pasos cumplidos. No te desanimes si ves que no has avanzado como tú habías planeado y revisa tu plan, tal vez era demasiado optimista. Planificar requiere práctica y experiencia, pero si no empiezas AHORA, nunca conquistarás esa habilidad.

 

 

3-CREENCIAS LIMITANTES SOBRE ESO QUE ANHELAS

 

Algo que nos puede jugar en contra, es lo que pensamos sobre aquello que anhelamos, como te decía al principio, no hay deseos mejores o peores, solo hay deseos, pero como en casi todos los demás ámbitos de nuestra vida, tenemos creencias que nos limitan sobre ciertos aspectos.

 

Escribe lo que anhelas tomándote unos minutos de escritura libre, plasma lo que opinas sobre tu deseo. Anótalo todo, sin filtros. Al leerlo te darás cuenta que tienes una opinión y ciertas creencias sobre esto.

 

Ahora que las has detectado, analízalas y cuestiónalas, esto es importante porque si las cuestiones de manera sana, realmente, puedes empezar a cambiarlas. Te doy un ejemplo:

 

Quiero comenzar a escalar montañas

 

Las creencias limitantes serían:

 

no tengo edad,

no tengo fuerza en las manos, siempre me lo han dicho,

no tengo constancia,

hace frío para ir a la montaña, con lo cual esperaré a la primavera,

no tengo estado físico,

el equipamiento es caro,

no conozco a nadie con quien ir, etc.

 

Vamos a elegir: no tengo con quién ir y no tengo edad

 

En el primer caso, cuestionarlo de manera sana sería: mejor que no tenga con quien ir, así me obligaré a socializar y conocer gente nueva. Si fuera con un amigo/a, tal vez no lo haría.

 

En el segundo caso, el cuestionamiento sería: puedo alcanzar un nivel que esté acorde a mi edad, así que esto no va a impedir que lo intente. No importa que haya gente más joven y, además, no lo sé. Creo que si no lo pruebo, no lo voy a saber nunca.

 

4-BÚSQUEDA ACTIVA DE SOLUCIONES

 

De igual forma que hemos ido desmantelando las creencias limitantes, te invito a que apuntes los obstáculos, eso externo que percibimos que nos impide empezar a manifestar. En este apartado, hago hincapié en los obstáculos externos, no porque no existan los internos, sino porque quiero evitar a toda costa que procrastines con motivo de situaciones ajenas a ti, ya que, lo externo es un reflejo de lo interno (ya abordaré el tema en otro artículo).

 

Entonces, apunta los obstáculos externos que percibas que te impiden avanzar y haz una lluvia de ideas de posibles soluciones. Apúntalo todo, no hay ideas tontas o extravagantes, todas se pueden usar, tal vez, adaptadas, pero todas son válidas.

 

Siguiendo con el ejemplo, vamos a elegir dos obstáculos:

 

– No tengo dinero

 

Ideas: pido a un familiar, busco grupos que se junten de manera gratuita, busco grupos de intercambio de habilidades, pido un crédito, busco como conseguir ingresos extra, etc.

 

– El sitio de práctica me queda lejos y no tengo coche

 

Ideas: estos grupos de actividades, en general arreglan el transporte entre todos, comparto vehículo, busco un sito más cercano, seguro que hay. Me compro un coche, me compro un coche a medias con alguien, alquilo para esa ocasión, etc.

 

¿Vas pillando la idea? Ahora elegirías la solución que mejor se adapte a ti, en este momento y que te permita seguir avanzando.

Estoy segura que estas claves te ayudarán a conseguir tus primeros resultados, como te aconsejo siempre, empieza por pequeños objetivos o anhelos para empezar a tener más práctica y así

 

 

¡Ser una maestra/o de la manifestación!

La vida que quieres comienza aquí

Sueña, imagina, ¡No hay límites!

Descárgate mi guía gratuita y Diseña tu vida ideal

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *