Sientes que no tienes un propósito
Te sientes solo
No te sientes completo
Nada te afecta ni para bien ni para mal.
Y esto es independiente de tu vida actual.
De hecho, tu vida puede ser maravillosa en el papel y sin embargo, te sientes miserable.
Por lo cual, la sensación de vacío es 100% subjetiva.
La sensación de vacío puede llegar cuando:
- Has intentado mucho tiempo hacer o tener algo y no has podido y piensas que ya no puedes conseguirlo.
- Una pérdida muy significativa.
- Vives para alguien (pareja o hijos) o algo (un trabajo) y luego eso cambia de estado, decir que la pareja termina, los hijos se van, te echan del trabajo.
- Tienes baja autoestima y piensas que no tienes relevancia para otras personas.
- Cuando tu vida es rutinaria y no tienes sensación de propósito.
- Cuando te centras en todo lo que te falta, te quejas y te quejas.
- Cuando tienes alguna enfermedad mental o física puedes tener sensación de vacío, pero en este caso, deberás buscar ayuda profesional.
El vacío desatendido o atendido incorrectamente te puede llevar a la desesperanza, el aislamiento de todos y de ti mismo, el abandono y todo esto, a su vez, te puede conducir a la ansiedad y a la depresión.
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Entonces haces por llenar ese vacío, puesto que no nos enseñan a ser plenos y completos, por el contrario, nos enseñan a creer que no somos suficientes.
A que todo será fruto del esfuerzo, a que te los tienes que ganar con el sudor de tu frente.
¿Tienes idea de cuántos de nosotros pensamos que no nos merecemos algo (o alguien!) por considerar que no lo hemos ganado porque llega «de arriba», como regalo y entonces no lo merecemos?
¿Sabes cuánta gente gana la lotería y la dona? ¿Y sabes por qué? Porque no se creen merecedores, creen que si no la han ganado con trabajo y esfuerzo, no es para ellos.
Así que, intentas llenar tu vacío con adicciones, como fumar, el sexo, comer en exceso, por consumir azúcares y harinas.
O compras compulsivamente
O tienes parejas, una tras otra. No ves a la persona, lo único que te importa es no estar solo.
O haces ejercicio en exceso, ya que libera endorfinas y te hace sentir bien durante un rato.
O trabajas sin descanso. Te compras tu propia idea de que tienes demasiadas responsabilidades o de que eres indispensable.
O te avocas a los otros, hijos, pareja, porque piensas que sin ti, no podrían vivir.
Otra forma es hacer mil cursos o leer mil libros.
Hacer deporte, y si son extremos, mejor.
Y por supuesto, nuestro afamado Netflix, perderte en series y películas o en internet, pero a lo zombi.
Lo cierto es que muchas series, películas y videos o artículos te pueden hacer ver cosas diferentes, ayudarte a cambiar el paradigma, pero no si lo haces sin consciencia.
Entonces…¿Qué es lo que puedes hacer?
Empieza por reflexionar:
- ¿Qué te dice el vacío?
- ¿Para qué sientes el vacío?
- ¿Cuál es su mensaje?
- ¿Te has dado la oportunidad de pararte a sentirlo?
- ¿Sabías que la sensación de vacío puede venir de memorias dolorosas?
Has de atender al vacío y verás la necesidad que se esconde detrás.
Necesidad que ahora te tocará cubrir.
Si pasaste por situaciones difíciles o traumáticas en tu infancia, seguramente tu autoestima no se construyó como debiera y desde ahí es que tomas las decisiones de tu vida.
El resultado es una vida triste y gris.
Es probable que las decisiones que tomes, refuercen la baja autoestima y nutran el vacío.
Además, puede llevarte a conductas autodestructivas que mencionaba antes, como los desórdenes alimenticios, los comportamientos obsesivos, las adicciones, la depresión, la ansiedad, vivir la vida en piloto automático, relaciones de dependencia emocional, trabajos que odias, etc.
Tienes que romper el círculo.
¿Pero cómo?
Te voy a compartir 9 tips para que comiences a resolver el vacío.
Pero recuerda, las herramientas no funcionarán si no las utilizas, así que te invito a buscar papel y lápiz para tomar notas, esto hará que prestes más atención, dejes de hacer varias cosas a la vez y aumentarán las posibilidades de que te pongas manos a la obra:
1- Toma consciencia de que sientes el vacío emocional.
Toma consciencia de tu cuerpo y de tus emociones cuando lo sientas, no te escapes.
- ¿Cómo está tu cuerpo?
- ¿Qué pensamientos tienes?
- ¿A qué hora sientes el vacío?
- ¿Dónde lo sientes en tu cuerpo?
2- Identifica las emociones asociadas. Por ejemplo:
- Miedo
- Enojo
- Frustración
- Envidia
- Hambre
- Ansiedad
- Tristeza
3- Ahora sigue transitando el vacío con su emoción.
- ¿Qué emoción o emociones eran?
- ¿Qué necesitas para transmutar esa emoción o emociones?
Si sientes miedo, a lo mejor necesitas seguridad.
Si sientes rabia, a lo mejor necesitas flexibilidad mental o física o un cierre
Escribe esto, apunta lo que necesitas para transformar la emoción que llamamos negativa.
4- ¿Qué puedes hacer para darte aquello que necesitas?
Enumera lo que te dará seguridad, flexibilidad o cierre.
- ¿Qué más puedes hacer a partir de ahora? ¿Qué es viable?
- ¿Qué conductas te llevarán a esas emociones que quieres sentir?
5- En paralelo, irás extinguiendo las conductas que enmascaran tu vacío.
Si no toleras hacer actividades a solas, haz alguna que te permita estar solo y un poco incómodo, no demasiado.
Si tu anestesia es comer dulces, comienza a reconocer que vas a comer un dulce porque te sientes vacío.
Reconócelo y dilo en voz alta: “Estoy tapando el vacío”
Luego puedes comer ese dulce. Pero haz el ritual a consciencia.
¿Por qué te digo esto en vez de decirte que no comas?
Porque una vez que aprendemos a poner los parches, se agregan otras capas emocionales y se llega incluso a generar adicciones, que tienen un factor biológico, es decir, tu cuerpo las pedirá.
En estos casos, está bien reconocer la necesidad de cubrir el vacío, pero es importante tratar la adicción con un profesional.
Si tu parche es trabajar sin descanso o por muchas horas, oblígate a terminar una hora antes y prémiate. Mímate durante esa hora libre.
6- Date amor, nútrete.
Haz eso que tienes pendiente, re-aprende a disfrutar.
Toma un curso, aprende algo nuevo.
Queda con amigos.
Haz algo que te dé un poquito de miedo.
Juega. Intenta jugar. Si tienes hijos o mascotas aprovecha y juega con ellos.
Seguro que te lo agradecerán.
Prémiate! Pero recuerda que un premio es un acto de amor. Nos han enseñado que los premios incluyen comer mal como grasas no saludables o dulces o alcohol, cuando en realidad un mimo o un premio es todo lo contrario.
Regálate un masaje, haz terapia, dibuja, sal a correr o baila.
Lo que te llene y te haga bien A LARGO PLAZO.
7- Diversifica lo que es importante.
Deja de pensar que solo una cosa es importante en tu vida.
- El trabajo con plenitud
- La pareja
- Los hijos
- Los hobbies
- Las mascotas
- Los amigos
- La contribución a la comunidad
Todo es igual de nutritivo para ti. Todo debería ser igual de relevante.
Ya que, cuando algo de esto cambie, tendrás otras fuentes de motivación y alegría.
8- Deja de buscar el sentido de tu vida.
Nuevo paradigma: el sentido de tu vida se construye.
- Con todo lo que mencioné antes y haciendo lo que amas.
- Llénate de alegría cada día.
- Haz algo cada día que haga ese día especial, algo para otros, un pequeño gesto, un detalle.
- Rodéate de personas positivas y que te impulsen, ya sabes que eres la media de las 6 personas con las que pasas más tiempo.
Haz estas cosas aunque no sientas tantas ganas. Las ganas vendrán al hacer.
Contribuir y ayudar te hace sentir bien.
Por ejemplo, practica la escucha activa: con compasión y comprensión. No tienes que resolver nada, solo escuchar y dar tu opinión si te la piden.
Agradece. El año pasado inicié una actividad en la comunidad y en mi familia que se trata de apuntar lo mejor del mes, puede ser una cosa o varias.
Cada mes apunta lo mejor y al final del año tendrás 12 o más maravillosos momentos para agradecer.
Verás que en tu vida pasan cosas buenas.
9- Sé consistente. Hazlo sin fecha límite.
Esto no es una dieta de 3 meses, es un cambio de paradigma que te hará vivir más plenamente.
Dime, ¿Por cuál vas a empezar?
Te leo en comentarios.
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