¿Cómo saber si eres perfeccionista? ¿Cómo afecta a tu vida? ¿Cómo dejar de serlo?

¿Sabías que el perfeccionismo y la desvalorización tienen todo en común? Conoce las claves a continuación.

El perfeccionismo encierra desvalorización y miedo y también genera mucho estrés. Te lo dice una perfeccionista en recuperación.

 

El motivo por el cual yo quería hacerlo todo perfecto (y aún hoy tiendo a eso) era porque tenía miedo de que alguien me dijera que lo estaba haciendo mal o que el resultado, no era el esperado.

 

Ya fuera en el trabajo o en otros ámbitos, como organizar un viaje, una actividad o una comida, si lo tenía todo perfectamente atado, nadie podría decir absolutamente nada de mi o de mi trabajo.

 

1- Primera alarma: te preocupa»el qué dirán»

 

La gente siempre tiene algo que decir. Hagas lo que hagas, siempre habrá a quien le parezca bien y a quien no.

 

Con lo cual, nunca iba a estar «a salvo» de la opinión de los demás o de su crítica negativa.

 

Intentar hacer todo perfecto desgasta muchísimo y se invierte tiempo demás para hacer algo, que en principio, no lo requiere. Pero los perfeccionistas revisamos las cosas mil veces y esto, no es eficiente, quita tiempo y energía.

 

De tiempo y energía estamos hechos, o al menos, así lo veo yo. Mi vida sin tiempo o sin energía, no existiría en este plano, con lo cual, he aprendido a atesorar estos dos recursos como los más importantes que tengo, porque son LA vida misma.

 

2- Si estás procrastinando, podrías estar auto-saboteándote

 

– Esperar a:

 

  • Tenerlo todo listo o en orden,
  • El momento justo,
  • La energía disponible,
  • El tiempo,
  • La planificación,
  • La idea,
  • La seguridad.

 

¿Te pasa algo de esto? Te estás auto-saboteando. Reflexiona: ¿Cuándo fue la última vez que las condiciones eran perfectas antes de hacer algo?

 

¿Acaso te mueves solo obligado por las circunstancias?

 

Pues déjame decirte que, si es así, no estás a cargo de tu vida.

 

Pero me gustaría que también reflexiones:

 

¿Cuántas cosas han salido muy muy bien SIN todas estas condiciones?

 

No se trata de hacerlo con desidia y sin cuidado. Lo que hacemos debe trasmitir lo que somos y el cuidado y el mimo en lo que hacemos es importante.

 

Antes de publicar algo, por ejemplo, lo repaso varias veces porque creo que te mereces un trabajo cuidado.

 

3- Comienza tu cambio para tomar acción

 

– No te dejes engañar por:

  • O perfecto o no lo hago,
  • Considerar que no estás listo/a y frustrarte por ello, pero sin actuar,
  • Sentir que te falta conocimiento y perderte planificando cómo conseguirlo, pero sin actuar,
  • Bloqueo mental por intentar pensar en todos los aspectos y tenerlos controlados,
  • Ver la vida blanco o negro,
  • La crítica de los demás.

 

Ponte una fecha tope y cúmplela para no tener «todo el tiempo del mundo» para hacer aquello que te propones.

 

Acepta que puedes equivocarte y que no pasa nada. Las personas te apoyarán porque un error lo tiene cualquiera. Hablo más de esto en mi artículo «Supera el miedo a la equivocación y al error»

 

Busca la excelencia, pero no la perfección. Es una sutil diferencia, se trata de analizar el por qué te pierdes en los detalles. Cuando eres perfeccionista será para protegerte y que nadie te juzgue negativamente.

 

En la excelencia, te brindas y das lo mejor de ti para que el resultado sea maravilloso desde un punto de vista creativo y alegre.

 

El perfeccionismo es enemigo de la productividad, porque pasarás tanto tiempo intentando hacerlo perfecto que perderás demasiado tiempo y energía en ello, dejando de hacer otras cosas.

 

Perfeccionismo = bloqueo = estancamiento:

 

Permítete recibir críticas para ir corrigiendo:

 

Inténtalo y verás que te sientes libre y con sensación de conseguir lo que te propones.

 

Pierde el miedo a la crítica. Recibir críticas es lo mejor que te puede pasar para mejorar lo que estás haciendo.

 

Si te queda mal un pantalón, quisieras que alguien de lo diga ¿Verdad?

 

 

La auto-exigencia es una de las caras del perfeccionismo.

 

Y si somos auto-exigentes seremos también exigentes con quienes nos rodean. Esto es muy desagradable para ellos, ya que si son personas cercanas a las que les exigimos perfección sufrirán a causa de esto.

 

Pueden tener la sensación de no ser lo suficientemente buenas.

 

Con otras, tal vez, tendremos conflictos.

 

Esto no es lo que quieres para tus seres queridos ¿Verdad?

El perfeccionismo hace que perdamos oportunidades y también nos quita flexibilidad ante las situaciones de la vida.

 

Si lo vemos todo «blanco o negro», «todo o nada», «si o no» nos estamos perdiendo la vida que es TODA la escala de grises que hay en medio.

 

Entonces:

 

¿Vas a seguir esperando ese momento perfecto o hacerlo todo perfecto? En la búsqueda de tu propósito esto tiene mucha relevancia. Una vez que sepas hacia dónde te lleva tu brújula interna, deberás tomar acción y lo más lógico y natural es que sientas miedo o vértigo.

 

Si comienzas ahora a trabajar este aspecto del miedo, que es el perfeccionismo, estarás muchísimo más preparada/o para afrontar estos grandes retos que tienes por delante.

 

La vida es ensayo y error, es imperfección dentro de su GRAN PERFECCIÓN.

 

Para comenzar a bajar a tierra estos conceptos, tienes que empezar por algún lado. Yo te propongo que identifiques aquello que estás postergando por este motivo que es la perfección.

 

Una vez identificado, comienza a desarrollarlo con los recursos que tengas en este momento y te reto a que lo lances, muestres, compartas o, lo que sea para lo que lo hayas creado, al mundo.

 

La crítica externa es el mejor método para perfeccionar aquello que haces, pero desde la apertura y la confianza.

 

Tengo la infinita suerte (que he co-creado) de tener amigas maravillosas que comparten sus puntos de vista y me critican amorosamente y estoy profundamente agradecida, me hacen mejorar.

 

¿Qué importa no hacerlo bien, según tus parámetros? ¿Acaso no hemos logrado grandes cosas en la vida a estas alturas? ¿Eran las circunstancias perfectas para ello?

 

Juega, conecta con esa energía sanadora que es el juego y prueba.

 

Vuélvete niño, aprende sin temor. De niños, hicimos muchas pruebas, hasta que un día logramos caminar. Lo hicimos poco a poco, descubriendo, probando, riendo. Conecta con esa energía, la llevas en tu corazón que siempre es de niño y que te conforma como ser humano.

 

No pierdas tanto tiempo queriendo hacer todo perfecto y disfruta más del hacer, no tanto del resultado.

Te invito a seguir descubriéndote. Descarga tu recurso gratuito para ahondar más en ti misma/o AQUÍ

Si quieres, podemos charlar y definir tu hoja de ruta, para eso solo debes agendar en mi calendario una cita «uno a uno» para conocernos. Pincha AQUÍ.

La vida que quieres comienza aquí

Sueña, imagina, ¡No hay límites!

Descárgate mi guía gratuita y Diseña tu vida ideal

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *