«Qué es que» cuando hablamos de propósito y qué hay que tener en cuenta para encontrarlo

¿Hay diferencias entre propósito vital, misión o vocación? ¿Cómo sé si estoy haciendo lo que he venido a hacer? ¿Cómo sé que mis decisiones me llevarán a donde yo quiero o «debo» ir según mi misión?

Las personas que buscan su lugar en el mundo o su propósito vital en general, se sienten solas. A mí me pasaba y me sigue pasando en ocasiones, ya que tengo que estar muy atenta y hacer los cambios necesarios para mantenerme ahí.

 

Estos cambios pueden llevarme a pensar, una vez más, que estoy perdida y, por lo tanto, sola.

 

Una vez que te has lanzado a descubrir tu propósito y alinearte con él, te das cuenta que es un camino fascinante de libertad. Pero ten en cuenta que la libertad camina de la mano de la incertidumbre.

 

No puedes esperar garantías y seguridad, pues en la vida real, esto no existe.

 

Mientras estés viva, siempre tendrás un propósito y propósitos temporales y si no conectas con ellos, no te sentirás del todo «en donde tienes que estar».

 

Esta sensación de estar perdida pasa porque todavía no has descubierto quien eres, no te conoces bien.

 

Para empezar me gustaría hacer una clarificación de términos propia sobre el propósito.

 

 

Los tipos de propósito:

 

Propósito vital:

 

Creo que todos tenemos un propósito vital, es eso para lo que el alma ha decidido encarnar y desarrollar en este planeta y que nos damos cuenta de que lo estamos realizando cuando nos sentimos en plenitud al llevarlo a cabo.

 

Puede ser la expresión artística, ser madre o padre, ayudar a otros seres en temas específicos, la contemplación de la vida y de la naturaleza, son algunos ejemplos. Son metas que elevadas, no por juicio externo, sino por plenitud interior. Para alinearte con este propósito hay que alinearse con la brújula interna.

 

Misión:

 

Muchas veces pensamos que si descubrimos la misión con la que hemos venido, estaremos felices viviendo una vida plena.

 

Según algunas corrientes espirituales, como el Tao en la cual me he formado, antes de encarnar hacemos acuerdos entre almas para vivir determinadas experiencias, con lo cual, tú cumples tu misión cada día, independientemente de que te guste o no tu vida.

 

Otras almas, cumplen con la suya al interactuar contigo y con todos los demás, ya que estos acuerdos van de interrelacionarnos entre nosotros, para lograr un mayor nivel de consciencia a través de las experiencias vitales.

 

Así que puedes tener la seguridad de que estás haciendo lo que has venido a hacer.

 

Propósitos temporales:

 

Cada etapa de la vida, tiene un propósito. Cuando somos niños puede ser el de pertenecer a un clan y ser cuidados. En la adolescencia, puede ser el de estudiar una carrera, como adultos, el de tener familia o la carrera profesional, etc.

 

Objetivos:

 

Son metas a cumplir. Nos gustan más o menos, pero los creemos necesarios para alcanzar un bienestar mayor.

 

Propósito ligado a la profesión o vocación:

 

Aquí habría mucho que desarrollar, pero para ser breve, es cuando monetizas tu propósito vital a través de tu vocación*.

 

Pero hay matices, por ejemplo: yo siempre tuve vocación de servicio y a pesar de haber tenido muchos trabajos en los que me puse al servicio de las personas, no me sentía plena.

 

En mi caso, mi propósito vital es expandir mi consciencia y aprender a manifestar o materializar mis anhelos, y lo hago a través de mi vocación que es ayudar a otros a descubrirlo que, a su vez, me expande y me ayuda a conseguir mi propósito.

 

*Ten en cuenta que esta es mi propia conclusión, según mi experiencia.

 

 

La búsqueda

 

Te sientes sola porque sientes que no encajas, mientras percibes que todo el mundo está feliz haciendo su vida y pareciera que tú eres la única insatisfecha. Incluso esto te puede generar un sentimiento de culpa por sentirte desagradecida.

 

Haces una lista que todo lo maravilloso que sucede en tu vida, haces un diario de gratitud y ni así te sientes plena.

 

¿Te pasa esto?

 

Ver que todo el mundo es feliz menos tú, es una percepción errónea, ya que es claramente, imposible. No es realista. Pero nuestro cerebro nos lo hace percibir porque es en esto, en lo que enfocamos.

 

La realidad es que no estamos tan mal, ni los demás están tan bien como pensamos.

 

Volvamos a la lista de gratitud: si haces una lista de todo lo que sí está bien en tu vida, verás que tienes muchísimo que agradecer: una familia que te quiere, amigos incondicionales, una pareja que te apoya, un trabajo (aunque no te guste), una mascota que te muestra que el amor incondicional existe, hijos que te dan alegrías, etc., etc.

 

Tienes que ser consciente de que tal vez, no tengas que cambiar tu vida, pero sí puedes hacer todo para mejorarla, para sentirte bien en ella.

 

¿Y qué otra cosa puedes hacer que realizar cambios en lo que sí puedes controlar?

 

Deja de esperar que lo bueno venga de afuera. Que te aprecien por lo que eres, que te retribuyan por tu trabajo bien hecho, que te ofrezcan ayuda, que te comprendan sin que haga falta que te expreses.

 

Cuando estas cosas suceden, genial, pero si no es el caso, ¿Qué haces? es aquí donde comienza el bucle de insatisfacción porque piensas que el cambio ha de llegar desde afuera, del exterior.

 

Por experiencia te digo, tienes que ser proactiva. Si necesitas expresarte para que te valoren o para recibir ayuda o para que te escuchen, lo que sea que tú necesites, deberás buscarlo activamente.

 

Sentarte a esperar, desde ya te adelanto, te generará frustración.

 

¿Eres proactiva en tu vida?

 

 

La conexión con el propósito vital

 

Conectar con tu brújula producirá cambios en tu vida, puedes sentir la necesidad de cambiar de trabajo, de ciudad, de país, ser madre o decidir no serlo, viajar más, cambiar tu estilo de vida, tu grupo social…

 

Los cambios son profundos y pueden abarcar varias áreas de tu vida, de hecho, sería extraño que no fuera así, ya que todo está interrelacionado.

 

Pero no entres en pánico y dejes de lado la búsqueda antes de empezar, todo sucede en forma gradual y todo se alinea con tu nuevo «yo» de forma natural.

 

Mi propuesta para conectar con tu propósito es el autoconocimiento desde un punto de vista más novedoso y fácil, porque trabajamos con todas tus emociones y pensamientos negativos como también lo que expresas y el lugar que ocupas en tu clan familiar.

 

De esta manera, se puede identificar rápidamente lo que realmente anhelas, a través de la propia negatividad que, cuando le prestamos la debida atención, se convierte en el faro a seguir para encontrar el cambio que te haga feliz.

 

 

Incertidumbre

Estar alineada con tu propósito vital, tiene una parte de incertidumbre en el día a día.

 

No es posible saber si estás haciendo todo bien, solo puedes tener confianza y conectar tantas veces sea necesario con tu propósito vital para seguir adelante.

 

En esta etapa, tienes que desarrollar la confianza y tener una estrategia. Hacer un borrador de objetivos que quieres alcanzar con fechas tope, es muy útil para no dispersarte.

 

La acción deber tener una dirección o estarás dando «palos de ciego».

 

Si quieres cambiar de trabajo, tienes que plantearte como hacer la transición.

 

O si quieres ser madre, planificar las áreas de tu vida que necesitan «retoques» para que tú estés tranquila al dirigirte a ese objetivo, con fechas, personas con las que va a contar, profesionales, etc.

 

Esto bajará el nivel de incertidumbre innecesaria, pero ten en cuenta, que estará presente cuando te plantees si lo estás haciendo bien o si los medios son los correctos o si llegarás a dónde quieres.

 

Y la respuesta a la incertidumbre es: prueba y error.

 

 

El contexto

 

Debe ser favorable y en este aspecto, también puede que tengas que hacer cambios.

 

Tu propósito vital, necesita de un contexto que le permita desarrollarse.

 

Siguiendo con los ejemplos, tal vez tengas que plantearte un cambio de cuidad para poder vivir con menos dinero durante un tiempo, si es una transición laboral o mudarte más cerca de tus padres si quieres ser madre.

 

También, dentro del contexto, incluyo a las personas. Rodéate que personas que te impulsen, que te puedan ayudar y que te apoyen emocionalmente.

 

A lo largo de los años, yo he tenido que alejarme de algunas personas por no estar alineadas con mis valores, al igual que otras, se alejaron de mí por el mismo motivo.

 

No se trata de dejar a todo el mundo que no apoye tus ideas, eso no, pero ten en cuenta pasar más tiempo con la gente que te expande.

 

¿De quienes estar rodeado? ¿Te impulsan y te apoyan?

 

 

Conclusión

Ten confianza a la hora de alinearte con tu propósito, te aseguro que tienes todo por ganar, además, no tienes por qué hacerlo sola, hay muchos profesionales que te pueden ayudar, guiar y apoyar para dar los pasos necesarios y mantenerte en tu camino.

 

El miedo es natural, no esperes a no tenerlo.

 

Toma acción, esto es necesario para comenzar un cambio. Las acciones no sucederán en el plano mental, aunque se originen en él.

 

Revisa qué es para ti el propósito vital y comienza tu camino sabiendo muy bien a donde te diriges. Evita las generalidades como «mi propósito es ser feliz» o «mi alma vino a experimentar». Esto último es cierto en mi opinión, pero no dará un sentido a tu vida.

 

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